Cuaderno de excursión.
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Prologo del autor.
Cada vez que regresamos de un campamento, con gran emoción estudiamos detenidamente las fotos que hicimos mientras nos divertíamos en medio de la naturaleza y escuchamos los comentarios de unos y otros. “Aquí nos vemos muy bien”, “¡qué bonita esa pradera”, “¿te acuerdas del ciervo que cruzó el camino delante de nosotros?” pero, es una pena que las fotos no guarden el aroma del bosque o el sonido de las aves… Y así continuaríamos mientras podamos contar con la magia de las fotografías. Tal vez un diario nos hubiera ayudado. Un simple diario de naturaleza, con bocetos y notas sobre pensamientos, sentimientos y ubicación, es quizás la mejor herramienta para activar una memoria de forma precisa y vívida. Así, las aventuras que se viven en el medio de la naturaleza están disponibles siempre. Y a pesar de que el descubrimiento de una libélula que lucha por liberar sus húmedas y delicadas alas de su piel de ninfa puede no ser un nuevo descubrimiento científico, podría convertirse en una revelación inédita para nosotros digna de ser registrada.
Un diario de naturaleza es un espacio para registrar nuestros encuentros con el mundo natural, desde lo cotidiano hasta lo sublime. Los dibujos, independientemente del grado de talento artístico con el que se hagan, nos obligan a mirar de cerca y observar la naturaleza como realmente es. La naturaleza es compleja y en nuestra limitada capacidad como seres humanos para entenderla, a menudo somos rápidos para categorizarla y sentir que ya la conocemos.
Yo, como entusiasta de la vida al aire libre, me esfuerzo cada día por aprender más sobre el mundo natural. Muchos de nosotros preservamos el recuerdo de animales que en alguna ocasión hemos observado y las diversas flores silvestres, arbustos y árboles que podemos identificar. Todos, sin embargo, nos quedamos a veces perplejos por algo que no podemos identificar. A menos que seamos agraciados con una memoria fotográfica, confiar solo en la memoria para identificar posteriormente este objeto recién encontrado puede ser extremadamente frustrante. Si se trata de una flor silvestre, conviene registrar las observaciones escritas sobre el lugar en el que la encontramos: tipo de hábitat, topografía del terreno, dirección de la pendiente, la fecha y notas sobre el tamaño, el color y la forma. En la identificación posterior, este tipo de notas detalladas, complementadas con un dibujo, nos ayudarán a identificarlo con precisión y luego agregarlo a nuestra lista de logros.
El proceso del cuaderno de excursión funciona bien aquí de dos maneras. Primero, el descubrimiento es un viaje personal, que se recordará mejor que si alguien simplemente lo “etiquetara” para nosotros. Segundo, nos queda algo más que un nombre. Ahora “conocemos” el objeto y tenemos un registro escrito que no solo servirá para refrescar la memoria de esa flor silvestre en particular, sino también para una caminata de primavera en el bosque. Más adelante, podremos revisar nuestros diarios y “redescubrir” nuestros primeros encuentros con nuevos objetos. Como beneficio adicional, una sola página de nuestro cuaderno de excursión a menudo evoca recuerdos de hallazgos ocurridos hace más de diez años. De repente, la flor silvestre recién encontrada es recordada junto con los compañeros de caminata, los aromas que encontramos en aquella ocasión, lo que comimos para el almuerzo e incluso algunas de las historias que contamos luego.
El cuaderno de excursión nos da permiso para reducir la velocidad de nuestro andar y nos brinda un momento de tranquilidad para disfrutar de la naturaleza. En ocasiones, los dibujos de campo se deben realizar con premura para captar la esencia de algo, como un animal que se oculta en la espesura del bosque, por ejemplo. Se trata de hacer un borrador, incluso sin mirar, para capturar rápidamente el movimiento del animal en el papel. Estos dibujos rápidos sirven luego como recordatorio de la esencia y vitalidad de la criatura y pueden ser utilizados para crear dibujos más precisos y detallados.
Otra recompensa del cuaderno de excursión es su capacidad para aumentar nuestra conciencia del mundo natural. Identificar con éxito una flor silvestre, un hongo, un insecto o un árbol, abre un mundo completamente nuevo de objetos naturales para explorar y conocer. Después de descubrir un objeto, a menudo nos asombramos de cuántas veces lo encontramos y nos damos cuenta de que debemos haberlo visto muchas veces antes, completamente ajenos a su existencia. Un cuaderno de excursión es el compañero perfecto para poder disfrutar más de nuestras experiencias al aire libre. No debemos preocuparnos por las cámaras caras y sus accesorios. Podemos estar bien equipados tan solo con este cuaderno y un lápiz.
Hoy he tratado de no ser demasiado exigente, por eso te presento este cuaderno. Algunos —en nuestros inicios— utilizamos viejas agendas escolares o libretas que apenas fueron usadas, pero eso sí, nunca olvidamos tener siempre los cinco sentidos muy despiertos.
Pero hoy te propongo que para poder disfrutar mientras aprendes, llevemos estos artículos (el cuaderno de excursión que ahora tienes en tus manos y un lápiz) en la mochila y también, abre bien los ojos, la nariz, los oídos… déjate llevar por la magia que la naturaleza encierra y de esta manera, tendremos nuestro propio equipo personal de registro de la naturaleza. Aunque no se trate de un documento histórico, el cuaderno de campo te servirá como registro personal de todas esas vivencias al aire libre, permitiéndote revivir recuerdos con precisión cada vez que lo abras
¿Nos vamos?… no olvides tu mochila.
José Luis Pérez Ortiz.
Este cuaderno de excursión contempla un proceso de enseñanza aprendizaje completo y la actividad del senderismo adquiere una dimensión más amplia ya que reúne una serie de actividades que te acercarán y te permitirán comprender el medio natural en que te encuentras.
Para la elaboración de este cuaderno de excursión me plantee el siguiente proceso metodológico:
Paso metodológico.
Objetivo.
Actividad.
Inmersión en la naturaleza.
Focalizar la atención en los elementos del sendero que nos proporcionan la información necesaria sobre la ruta y el entorno en el que nos encontramos.
Prepárate para salir al campo.
Datos de campo.
Análisis de la ruta.
Cooperación simple.
Impulsar el trabajo en equipo ante las situaciones típicas de una excursión.
La organización.
Abastecerse de agua.
Preparar y encender fuego.
Confianza.
Contactar y familiarizarnos con el entorno para que deje de ser extraño.
La fuerza del grupo.
Croquis fuente de agua.
Cooperación compleja.
Promover la comunicación eficiente y la participación de todos en la resolución de problemas mas específicos.
El hallazgo de la ruta.
Procurarse refugio.
Colocación de campamento.
Redescubrimiento sensorial.
Sentir la naturaleza, reconocer olores, descifrar sonidos, sentir los cambios de temperatura.
Observación básica.
Afirmación.
Favorecer la autonomía y la autoestima.
Dibuja, simula, mapas, traduce lo que ves,
Instinto.
Estimular la imaginación y la fantasía utilizando recursos de la naturaleza en los que es imprescindible una entrega de los participantes.
Actividades de búsqueda y recolección de objetos que ponen a prueba sus cinco sentidos
Técnicas básicas.
Conocer aspectos técnicos del senderismo: la mochila, alimentación, formas de caminar, seguridad en la ruta.
Progresión en senderos, encendido y conservación del fuego, preparación de alimentos, pernocta, astronomía.
Reflexión.
Asimilar lo vivido mediante el análisis de situaciones que inviten a adoptar una postura ética aportando soluciones o puntos de vista.
Momentos de introspección personal y de grupo.
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