top of page

La última patrulla V Capitulo 4 Gilberto.


Capitulo 4

Gilberto.




El pasado diciembre tuve un accidente haciendo la ruta del cerro de la gloria en Monclova, Coahuila. Resultado: tres largos meses de reposo por la fractura de tres huesos en el pie derecho. Como soy tremendamente analista y a mí me gusta observar, reflexionar y aprender de todo, me he decidido a escribir este capitulo del libro con mis reflexiones para todo aquel que le pudiera interesar.

Yo digo que mi objetivo no es, ni mucho menos, comerme el quedarme con lo que ya ha pasado, sino aprender y sacar conclusiones que pueden resultar interesantes. Lo que ha ocurrido tiene sus circunstancias y además, salvo que seas un descuidado de la seguridad, cuando ocurren cosas de estas suelen ser fruto de varios factores que tenemos la mala pata de que coincidan todos en el mismo momento.

Estoy ascendiendo con José Luis la ruta del cerro de la gloria. Acabábamos de hacer el primer largo de la cañada el caracol, para continuar luego por la cabaña. Encabezo yo este segundo largo, ya de la cabaña, un largo en teoría no muy difícil, pero que resulta muy raro, algo inclinado y de no fácil protección.

El largo va haciendo una travesía diagonal por un sendero hasta alcanzar la cima. Estoy en pleno sendero, que se presenta prácticamente sin apoyos para pies, salvo un par de pequeñas rocas horizontales que hay que sortear saltando. No es fácil ocuparse a la primera de estas rocas por la falta de apoyos para pies ya que el grado de inclinación es fuerte, pero de una forma atlética consigo subirme. Previamente había caminado a conciencia en la senda horizontal en el primer largo de camino, que mira hacia arriba y donde es complicado andar correctamente y seguro, pero he conseguido dejar ese tramo con seguridad y rapidez, lo que ya me da un poco de confianza de no ir del todo cansado. Subir el segundo largo me da más guerra todavía y tengo que recurrir al uso de bastones por el exceso de hojas esparcidas en el camino.

Subido a donde nos encontramos de la vereda, la continuación no la veo clara. Hay un pequeño matorral que ya tengo muy cerca de mí. Pero que me ha dicho José Luis, que se conoce el Pico como la palma de la mano.


Me da la impresión que haciendo una travesía horizontal y subiendo por la derecha del matorral podría ser más fácil que tirar para arriba por la izquierda del matorral, donde toda la vereda la veo cuasi perdida y poco útil para aferrarse, en un sitio donde la verticalidad se pierde en un ángulo de casi 50º. Estoy en una postura forzada, ya que la roca del camino te empuja hacia atrás, sobre tu espalda, así que intento encajar mis pies entre la hojarasca como puedo, pero no queda todo lo perfecto que me hubiera gustado. Como estoy en mala postura y con dificultades para mantener el equilibrio pienso "bueno, no importa que no haya quedado perfecto, porque no creo que me caiga; y además los bastones sí que los he usado bien y si por casualidad fallara me pararía en una poco probable caída".

Cuando empiezo a ir a la derecha y se lo digo a mi José Luis, éste me corrige y me dice que no me vaya por la derecha porque la vía va por la izquierda del arbusto. Como lo conoce bien, rectifico y me dispongo a caminar hacia arriba por donde me dice mi compañero. Sigo sin verlo claro, pero pienso que consigo subir y colocar algún pie apoyando en entre las hojas donde he puesto el bastón, el resto ya será algo más fácil pues parece que la verticalidad cede un poco y confío en poder agarrarme de algo aunque sea romo.


Después de haber observado por dónde intentar apearme, me lanzo hacia arriba y doy un par de pasos... pero me quedo en muy mala postura... me he quedado vendido y no puedo ir ni para adelante ni para atrás. No sé si tirando de decisión y confianza podría llegar a salir por arriba sin caerme, pero como tengo muy poca confianza en ello prefiero intentar regresar y volver a la senda anterior, pensando que si no lo consigo por lo menos me acercaré al último arbusto con ánimo de intentar reducir el vuelo.

Intento bajar lo que pueda, con los dedos sujetando un bastón no muy bueno y descolgando los pies por la vereda intentando buscar algún apoyo por malo que sea, pero no veo ni por dónde van los pies ya que donde las piernas van, desploma un poco y no llego a ver nada, yendo totalmente a ciegas y al tacto. Como era de esperar, me acaban deslizando los dedos de las manos antes de haber conseguido colocar ningún pie en ningún sitio. En principio no me preocupo ya que pienso que me sujetaré al bastón y además sí que he bajado algo y la caída será incluso pequeña.

Empiezo a caer y a pensar: "bueno, ahora me parará enseguida la vereda y volveré a intentarlo mejor"... "vaya, parece que estoy volando más de lo esperado"... "¿qué pasa que esto no para?"... "me dan ganas de gritarle a José Luis que me agarre de la mochila, pero sería absurdo, porque él ya estaba atento desde antes"... "no me lo puedo creer, el suelo se me viene encima y esto no para"... ¡¡¡PLOF!!!, aterrizaje del orden de 15-16 metros más abajo de donde estaba, en la zona derecha del despeñadero del primer largo. Caigo sobre el pie derecho, se me dobla y reboto. Noto un dolor tremendo en el tobillo derecho y mi primer pensamiento es que me lo he destrozado, pues el impacto ha sido muy fuerte. Inmediatamente dirijo mi mirada al tobillo y me tranquiliza el ver que el pie sigue alineado y que parece que aún lo puedo mover, aunque sea con bastante dolor. En cierto modo he tenido suerte de aterrizar en una placa de roca inclinada en lugar de una superficie horizontal donde las lesiones hubieran sido mucho más gordas con semejante caída.

Todos los pensamientos que he puesto en el párrafo anterior que me han pasado por la cabeza mientras caía, aunque no lo creáis han sido realmente así, y es que no te puedes ni imaginar lo largos que pueden llegar a hacerse esos 15 metros cayendo y todo lo que te da tiempo a pensar mientras tanto... es increíble.

Me entra un mareo terrible, que no me deja hacer nada, así que le digo a mi compañero que estoy muy mareado y necesito unos minutos, durante los cuales me quedo apoyado en la placa de roca, acostado. Así me quedo del orden de 10 largos minutos, tras los cuales me recupero lo mínimo para poder empezar a reaccionar.


Ahora, lo primero es llegar a un punto de reunión donde está José Luis. He quedado casi 15 metros de su altura, así que apenas me recupere un poco, intentaré ir hasta alcanzar el punto de reunión reunión. Intento pisar con el pie malo pero no puedo, ya que el dolor es muy intenso. Una vez en la reunión José Luis desciende y yo voy reptando a la pata coja por el primer tramo de camino que puedo visualizar hasta llegar al suelo. Una vez en el suelo y tras desatarme me tumbo unos minutos en él, ya que sigo mareado. El tobillo parece un globo de lo hinchado que está. Ya algo recuperado del mareo, José Luis me dice que si bajamos él me lleva al centro de salud o lo que sea, pero le contesto que sin siquiera poder apoyar el pie es imposible bajar por estos senderos que tienen incluso pequeños vados rocosos cada dos por tres; y en caso de conseguirlo podría tardar muchas horas en llegar abajo. Yo soy de los de molestar a la gente lo menos posible, pero tengo claro que es inevitable llamar a emergencias.

Llamar a emergencias. Hay varios intentos de llamadas y whatsapps, para informar la situación y darles toda la información que necesitan, pero es en vano, no hay suficiente cobertura telefónica en el lugar donde nos encontramos. En caso de que pudieran auxiliarnos, el equipo de rescate tardaría mucho tiempo en venir (en Monclova la administración de emergencias por parte de protección civil es en verdad muy mala), así que aprovechamos para organizar todo. Mientras, el pie dañado lo he dejado al descubierto, ajustándome el calzado con mucho cuidado.

Viene José Luis, se medio posa en una roca de las proximidades, saca tres vendas y un cartón con el que improvisará una férula. Todo va sobre ruedas, ya que José Luis esta perfectamente preparados con lo que necesitan en función de lo que les he dicho y yo tengo todo preparado y lo que me dice que haga ya lo tenemos hecho. Me inmoviliza la pierna y en pocos minutos me siento mas cómodo para intentar lo que debemos hacer.

Featured Posts
Recent Posts
Archive
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

2016 by José Luis Perez. Proudly created with Wix.com

  • White Facebook Icon
© Derechos de autor
bottom of page