top of page

La última patrulla III. Riesgos en la montaña.


Capitulo 5

El plan.



La dinámica de la naturaleza nos recuerda la necesidad de estar permanentemente preparados ante una gran variedad de eventos que pueden afectar a nuestras actividades en el terreno y sobre todo, la seguridad de quienes las practicamos.


De esta forma, las actividades relacionadas con los deportes de aventura requieren de integrar en su desarrollo, los componentes relacionados con la gestión de riesgos naturales y los impactos que estas pueden tener en el territorio en donde frecuentemente practicamos nuestras actividades.


Recuerde que existe la posibilidad de podernos encontrar en situaciones en las que tendremos que empezar a actuar antes de que lleguen los servicios de emergencia, o bien tendremos que ayudarles en la actuación, ya sea una búsqueda o un rescate.


Hay que tener en cuenta que en el medio natural:

  1. No se dispone de los mismos medios que en el ámbito urbano.

  2. El tiempo de respuesta de los servicios de emergencia es mayor.

  3. Las características ortográficas pueden complicar la asistencia.

  4. La climatología es menos predecible.

  5. Generalmente, habrá menos personas que nos puedan ayudar.

  6. Asistir a una víctima en este medio puede implicar tener que movilizarla.

  7. No solemos conocer bien el entorno.

  8. Las referencias no son tan sencillas como en el ámbito urbano. No hay calles lineales con nombre y numeradas. La toponimia es variable y un mismo punto se puede conocer con diferentes nombres.

Ahora bien, En el caso de que acontezca una emergencia, con carácter general, el proceder inmediato debe ser conforme al protocolo PAS (Proteger, Avisar y Socorrer) aunque, en ocasiones, en la montaña puede ser más conveniente considerar invertir el orden y hablar de PSA (Proteger, Socorrer y Avisar) ya que podemos estar en un sitio sin cobertura.


Ante la ocurrencia de un accidente, quien sea el responsable de la excursión o quien tenga conocimientos de primeros auxilios debe en primer lugar examinar la respiración y el pulso de la persona accidentada, así como verificar si éste ha perdido el conocimiento. Luego de evaluar el peligro y la prioridad, el accidentado deber ser reubicado lo antes posible fuera del área de peligro (caída de piedras, avalanchas, altura extrema, bajas temperaturas, etc.). Sin embargo, un transporte apresurado e inapropiado puede representar un grave peligro para el accidentado, causando otras lesiones. El socorrista tiene que ser capaz de estimar por sí solo, si el transporte del afectado es más peligroso, que la permanencia en el área de peligro. En al caso de que haya sólo un socorrista disponible, éste puede transportar al accidentado durante distancias cortas usando diferentes técnicas para levantar a una persona.


Después de que el accidentado fue rescatado del área de peligro se deben aplicar las medidas de primeros auxilios necesarias. Dependiente de la gravedad de las lesiones se debiera pensar en instalar un campamento para el accidentado, si es posible con una tienda de campaña, colchoneta y saco de dormir. En el caso de expediciones el accidentado debiera ser transportado en lo posible hasta el campamento base. En una expedición bien preparada debiera existir durante todo el tiempo comunicación por radio entre el campamento base y los participantes. Ahora bien, se deben considerar otros pasos.


Estimación de la situación: ¿Debe ser transportado el accidentado?¿Puede ser transportado el afectado?Qué posibilidades de transporte están a disposición? ¿Debo descender y buscar ayuda?¿Cómo puedo buscar ayuda?


Dar la alarma.


Una vez que el accidentado ha sido rescatado del área de peligro, se le prestaron primeros auxilios, y se ha estimado la situación llegando a la decisión de que éste debe ser transportado para recibir atención médica, se deben considerar las alternativas para su traslado. Un sólo socorrista puede transportar un accidentado únicamente por distancias cortas, incluso utilizando una camilla improvisada. Si dos o más socorristas están a disposición, se pueden salvar distancias considerablemente mayores. La utilización de animales de carga se puede organizar relativamente fácil y puede significar una gran ayuda. La alternativa más confortable, a menudo la única posibilidad para rescatar un accidentado desde regiones intransitables, es el uso del helicóptero de rescate.


Un socorrista


Para poder salvar distancias considerables se debe improvisar el transporte del accidentado con cinturones, lazos y cuerdas. Es importarte acolchar bien los lugares de contacto de las cuerdas y/o cinturones con cuerpo del accidentado y el socorrista para evitar dolores que se manifiestan rápidamente producto de la presión del transporte.


Varios socorristas


Las particularidades del terreno y la altura permiten, a menudo, sólo el transporte a mano del accidentado. En estos casos una camilla es la opción más segura y cómoda y puede ser utilizada sobre distancias medianas. Cualquier otra técnica de transporte sirve únicamente para distancias cortas, en la mayoría de los casos únicamente para el rescate desde el área de peligro y un par de cientos de metros más.


Animales de carga


El uso de caballos y mulas es muy común en los zonas agrestes, ya que son el medio de transporte más importante, a menudo, el único de los campesinos en las montañas. Es preferible el uso de caballos, ya que las mulas pasan con facilidad a un trote incómodo. Si la persona no está en condiciones de montar, entonces debe ser acompañada por otra persona, que debe subir para sostenerla. La construcción de una camilla es a menudo imposible, debido a que en la altura generalmente no se encuentran los materiales adecuados, además en la mayoría de los casos no pueden ser usadas por las características del terreno.


Helicóptero


Para indicar la exacta ubicación del accidentado es de gran ayuda un equipo GPS. Además se debe apoyar el aterrizaje de la máquina, seleccionando un área de aterrizaje segura, en lo posible suelo firme, llana y alejada de obstáculos peligrosos, como cables de electricidad. Además es necesario indicarle al piloto la dirección del viento, por ejemplo amarrando un trozo de tela en el bastón de apoyo.


Desarrollo de una operación de Rescate con helicóptero

  1. Quitar todo tipo de objetos (equipo) del área de aterrizaje.

  2. Situarse con la espalda hacía la dirección del viento. Ponerse lentes contra el polvo.

  3. Los dos brazos hacia arriba indican: Yes = por favor ayuda y aterrizar aquí. (un brazo hacia arriba indica: No = no hace falta ayuda, no aterrizar).

  4. Quedarse en el lugar hasta que el helicóptero haya aterrizado. Arrodillarse en caso de que el aterrizaje sea demasiado cerca.

  5. En el caso de que exista peligro para el piloto, suspender el aterrizaje cruzando los brazos varias veces sobre la cabeza.

Featured Posts
Recent Posts
Archive
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

2016 by José Luis Perez. Proudly created with Wix.com

  • White Facebook Icon
© Derechos de autor
bottom of page