top of page

La última patrulla II Capitulo 2 Tu habilidad…



Ese día me levanté como un día cualquiera… en realidad esto no es un día cualquiera para casi nadie, pero para mi si lo es.


Cuando abrí los ojos aquella mañana, no imaginaba que este iba a ser el más importante de mi vida. Al despertarme me quedé en la tienda de campaña divagando, pensando en lo cansado que estaba y en qué tal se daría el clima para subir hasta el pico del cerro de la gloria. Visualicé mis campamentos anteriores y la adrenalina y las ganas me hicieron levantarme.


Ya había hecho un campamento en solitario el año anterior.


Salí de mi tienda de campaña y tomé mi camino para dirigirme al pico, donde en otras ocasiones había estado con mis amigos de la infancia, Hiram y Gilberto. De los tres, esta vez solo iba a subir yo, así que empecé el camino de subida.


Cuando subía me di cuenta de que no había cogido agua y de que, además, se me habían olvidado las barras de granola. No le di mucha importancia ya que en como mucho una hora y media estaría de regreso del pico. Me acuerdo que subí bastante animado, charlando conmigo mismo. Arriba hacía de viento. Ese día empecé a equiparme: camelback, sombrero, agua, bastón, botiquín, etc.…


Una vez equipado, empecé a notar el cosquilleo y los nervios previos a una caminata en solitario, aunque como hacia un día estupendo y desde lo alto del Peñón se divisaba un paisaje precioso, me sentía a la vez muy confiado.


“a veces, cuando estoy aquí arriba, pienso que esto es una locura”.

Me sonreí y me contesté: “es que lo es”.

Que importante es lo que piensas en momentos como estos, porque como ya arriba anticipé una mala experiencia, ascendí bastante nervioso y rígido. Cuando llegue al pico estaba temblando de la tensión y me dije a mi mismo: “es la última vez que paso por esto”.


Las estadísticas son claras: Una excursión de senderismo por montaña es la actividad que provoca mas intervenciones de los servicios de socorro, provocando más defunciones que el alpinismo. La llegada masiva de nuevos practicantes poco conscientes de los peligros, nos lo explica todo. Siempre hay un gran número de accidentes por falta de información y de formación, y fundamentalmente, por falta de conciencia de los peligros propios de esta actividad.


Desde hace veinte años, el aprendizaje y la prevención de riesgos ha evolucionado mucho en escalada, alpinismo, y más recientemente, en via ferrata. Sin embargo, el senderismo queda fuera de este aprendizaje, a pesar del fuerte aumento de su práctica. Puesto que el senderismo es una actividad de fácil acceso, se practica masivamente de manera individual y descontrolada, escapando a toda posible regulación.


“Los factores de los accidentes son múltiples y complejos”. Pero recomiendan un esfuerzo de información hacia los senderistas en montaña, por encima de una reglamentación, que sería una contradicción con la libertad de movimientos que se desea encontrar en la montaña.

Esta situación da lugar a una libre interpretación de la seguridad, que depende fundamentalmente de quien practica montañismo y de nuestro patrimonio.


Eran algo más de las 9 de la mañana. Comencé mi ritual pre-ascenso: comprobar el equipo, visualizar el camino, la temperatura ambiental, y por último, respirar hondo y conectar con la confianza que tengo en mi mismo y en el equipo. Llevaba la cámara de video acoplada a la camelback. Me acerqué al borde del precipicio en el pico, lancé un par de resoplidos fuertes para soltar tensión y eliminar pensamientos de inseguridad y miedo. Estaba preparado.


Tuve una salida muy buena y mientras caminaba veía al vacío disfrutaba de la percepción de la pared del Peñón detrás de mi y de ver como se acercaba el cielo a una velocidad trepidante.


Lo que pasó a continuación sucedió en cuestión de segundos, pero recuerdo que lo percibí todo a cámara lenta. Dicen que cuando nos enfrentamos a una situación de mucho peligro o tenemos un accidente nuestra percepción se ralentiza para que podamos procesar mejor la información. Yo puedo dar fe de que esto sucede porque recuerdo cada detalle, me acuerdo de lo que vi en cada momento, del sonido de las hojas mecidas por el aire, del frío, y sentí como el tiempo se dilataba. Y esto fue lo que pasó: una serpiente de cascabel mordió mi perna derecha.


Los accidentes tienen causas múltiples e inesperadas......La mayor parte de las intervenciones son debidas a falta de atención y a una cierta despreocupación en senderos fáciles. No hay que olvidar que un terreno escarpado tiene, lógicamente, riesgos, y da lugar a la mayor parte de los accidentes mortales.


El primero de los “malos hábitos” es la dramática confusión entre dificultad y exposición al peligro, que tienen el 99% de los senderistas: “esto no es muy difícil, entonces no es peligroso. Puedo hacerlo y llevar a mis amigos o a los niños”. Un itinerario, aunque sea escarpado, no tiene por que ser difícil técnicamente, pues entonces sería escalada. La escalada es una actividad muy técnica, pero finalmente poco peligrosa, salvo en ciertas vías con roca inestable o en elevada altitud. Se puede decir que con los métodos de seguro modernos, una escalada difícil y abrupta comporta menos riesgos, puesto que la caída (prevista y aceptada) está perfectamente asegurada y exenta de golpes. Hay que destacar que los dos tercios de los accidentes de alpinismo ocurren también en los recorridos catalogados como fáciles y poco difíciles. En ningún momento podemos dejar de prestar atención a los gradas o fajas herbosas inclinadas hacia el vacío.


El segundo de los malos hábitos es la confusión entre necesidad de asegurarse y la ayuda a la progresión por algunos elementos in situ. Un ejemplo: los famosos “cables” (¡en ocasiones viejas cuerdas fijas!), situadas para asegurar un paso, no tienen otro efecto que el de incitar a las personas a introducirse en pasos arriesgados, creyendo que no necesitan encordarse o asegurarse.



Y allí estaba yo, a escasos metros de la cara sur del Peñón, con la pierna herida, totalmente encarado hacia la roca y a punto de impactar contra ella. Y aquí el tiempo se paró. Yo había visto imágenes de accidentes parecidos y había atendido caso de mordeduras por serpientes estando en el ejercito, y había visualizado muchas veces esa misma situación, pero en realidad nunca te planteas seria y concienzudamente que te va a pasar algún día.


En ese momento y ante la inminencia del impacto en el suelo contra las rocas solo pensé: “wow…me está pasando a mi”.


Y como el tiempo para mi se había detenido, me dio tiempo a prever rápidamente y con una gran claridad mental lo que iba a pasar, poner mi cuerpo en tensión, analizar la mordedura, y preparar mi pie derecho para pararlo atenderlo.


A partir de este momento necesitaba lograr mi supervivencia, evaluando la situación y pidiendo ayuda, y aquí me encontraba yo manejando las variables claves de mi estado de salud como son el suministro de oxigeno, mantener circulación sanguínea controlando y evitando hemorragias.


El impacto se produjo unos escasos 3 segundos después de que me diera cuenta que iba cayendo. Recuerdo que, al chocar mi rodilla contra la roca, sentí una especie de estallido en el pie y como me empezaba a apretar la bota. Aún así, no podía detenerme a calibrar las consecuencias del golpe contra el suelo porque lo peor estaba por venir y tenía que estar concentrado en lo que me estaba pasando. Malas noticias. Y me preparé para lo peor.


Y entonces pasó algo curioso. Yo, que tenía pensado luchar hasta el ultimo momento para salvarme, sentí de repente como todo se paraba y me vi, no se como, ni cuando, ni porqué, caminando sobre la vereda. Y es extraño porque me acuerdo vívidamente de cada detalle de lo que aconteció aquel día y, sin embargo, entre el momento en que pensé que era el fin y el momento en que me vi caminando hacia la cabaña tengo una nebulosa…sencillamente no me acuerdo.


Necesito buscar rápidamente un lugar seguro, la cabaña está cerca de donde me pueden entregar ayuda y cerca de fuentes naturales de agua. Además ahí cuento con alimentos, combustible, medios de movilización, comunicaciones, botiquín de primeros auxilios.


Las posibilidades de que te pase algo así son tan ínfimas que me costó un momento entender lo que estaba pasando y asimilar esta situación tan inesperada. Cuando lo hice, y aunque parezca irracional, me invadió el miedo y maldije el momento en que me descuidé al ir caminando. ¿Por qué? Porque al ver que me podía pasar esto en cualquier momento pensé: “ahora no solo me voy a morir sino que encima voy a ser totalmente consciente de ello”.


Comprobé aterrado las marcas de los colmillos de la serpiente y busque con desesperación lugares donde poder detenerme para darme los primeros auxilios.


Lo primero que hice fue pensar en llamar a alguien y pedirle que subiese por mi. Gilberto se encontraba en Monclova, y yo, no tenía señal de teléfono en ese lugar, pero en esos momentos me parecía la única persona que podría ayudarme a salir de esa situación tan crítica.


Era una locura intentar llegar hasta mí. Aún así, él empezó a organizarse para, efectivamente subir por mi. Además me percaté de que tanto a mi derecha como a mi izquierda había senderos y eso significaba que podrían rescatarme.


Mientras esperaba respuesta, seguía buscando donde detenerme pero no encontraba nada. así que no me quedaba más remedio que quedarme totalmente suspendido en el vacío mental en que empezaba a hundirme, con las dos manos hurgando en la pequeña hendidura de la mordida, agarrándome a ese diminuto espacio como si mi vida dependiese de ello…


…y es que, verdaderamente, mi vida dependía de ello.


Durante esos primeros momentos de confusión, tenía presente que quizá aquello iba a ser lo ultimo que viese, mis últimos momentos con vida. Al mirar al horizonte y pensar aquello, me ponía muy triste, pero intentaba respirar hondo y al relajarme me daba cuenta de que si tenía que irme aquel día era porque tenía que ser así.


Seguía adaptándome a la situación sin moverme. Que extraño es realizar cualquier movimiento con tu cuerpo sabiendo que eso puede desencadenar tu muerte.


Me daba ánimos y me decía a mí mismo que enseguida estaría a salvo. Mientras tanto, y gracias a mi conocimiento y experiencia en medicina táctica, seguía intentando las maniobras de primeros auxilios en mi pierna.


Me propuse estar muy alerta, con los sentidos al 100% para poder reaccionar rápidamente pasase lo que pasase. Y así pasé los siguientes minutos. La bota cada vez me apretaba más el pie, así que entendí que el pie se estaba inflamando cada vez más y lo posé suavemente en la vereda para ver si podía apoyarlo, pero no era posible; la mordedura parecía bastante seria. En esa pierna empecé a notar un ligero cosquilleo pero no le di importancia. En esos momentos llevaría media hora accidentado.


Hasta este momento ya tenia evaluada y controlada la situación de riesgo, a partir de ahora mis prioridades son prepararme para mantenerme vivo mientras llega ayuda:, y esas prioridades son: AGUA, COMIDA, ABRIGO y FUEGO.


En una situación de supervivencia, después de tratar mi herida, la búsqueda de agua ahora es la necesidad más apremiante. Si carecemos de agua nuestras esperanzas de vida se cifran en torno a unos cuantos días. La cantidad de agua que necesitamos depende de la temperatura y humedad ambiental y de la actividad física que desempeñemos, pero nunca será menos de 2 litros diarios.


En la zona donde me encuentro no suele ser difícil encontrar cursos de agua. Puesto que a unos metros de la cabaña se encuentra un nacimiento de agua. En las zonas secas y desérticas la cosa puede complicarse más. Escarbar en los lechos secos de ríos o arroyos da a veces buenos resultados. Los cúmulos de vegetación en un determinado lugar son indicativos de existencia de agua. En los terrenos calcáreos podemos buscar en el interior de las grutas. Los animales también necesitan beber; observar sus desplazamientos a primera hora de la mañana o última de la tarde puede darnos pistas.


En caso de que se necesite comida, dependiendo de la zona que estés, deberás tratar de sacar el máximo provecho a lo disponible, es así como puedes comer animales, frutas, verduras, insectos, en fin una gran variedad.Es importante sin embargo que te prepares en el dominio de las técnicas de caza y cocina (preparación de alimentos) con el fin de que le saques el máximo provecho a lo que consigas como alimento.


Otro elemento importante en la comida es que debes proveerle a tú organismo una dieta balanceada con el fin de que el cuerpo vaya recibiendo los insumos indispensables para su actividad, como son el suministro de minerales, vitaminas, carbohidratos, sales y proteínas. Como dato relevante el cuerpo sin hacer ningún esfuerzo físico en promedio necesita 70 calorías por hora para mantener su metabolismo básico, si se esta haciendo una actividad doméstica esta sube a 115 calorías hora, es decir cerca de 2000 calorías diarias para mantenerse activo. Energía que debe proveerse a través de los alimentos, como dato estadístico 1gr de Proteínas provee 4 calorías, 1gr de carbohidratos provee de 4 calorías.

Digamos que existen 2 métodos para proveerte de los alimentos en situaciones de supervivencia de corto plazo, la recolección y la caza cada uno de los cuales tiene sus particularidades.


Puedes recolectar plantas, frutos secos, hierbas, algunos tipos de hongos, verduras, etc. lo que te permite disponer de una gran variedad, sin embargo debes considerar que no todos los alimentos que están disponibles en la naturaleza y que comen los animales, son buenos para el hombre, debido a que poseemos metabolismos distintos y por lo tanto que tú estomago no esta acostumbrado para recibirlos, por lo que evita ingerir alimentos raros.


Puedes comer casi cualquier cosa que este viva, preocúpate que este en buen estado y evita la carroña en estado de descomposición. Dentro de lo que puedes comer están las aves, serpientes, conejos, roedores.Es importante que para ser un buen cazador debes usar mucho el ingenio, la sorpresa, creatividad para proveerte de herramientas y realizar trampas, ojala que tengas en tú poder algún cuchillo con el fin de poder cortar ramas, afilar estacas y finalmente algo de paciencia. Cuando te alimentes come en pequeñas cantidades y en forma calmada ya que el cuerpo esta en un estado de debilidad, por lo que a veces no puede procesar todo lo ingerido y generalmente vienen nauseas que te harán perder ese alimento, lo mismo tienes que hacer con el agua.


En una situación de supervivencia en zonas frías, nuestra vida puede depender también de nuestra capacidad para encender y mantener un fuego. Sin llegar a esos extremos, podremos necesitar fuego para secarnos, calentarnos, hacer señales a los equipos de rescate y cocinar.


También, como excursionistas, podemos sentirnos tentados a sentarnos al lado de una hoguera bajo las estrellas. En cualquier caso, no debes olvidar que un fuego es muy peligroso. No hagas hogueras más grandes de lo necesario, son más difíciles de controlar y de mantener. Elimina las ramitas y todo material combustible en un radio de dos o tres metros alrededor del fuego.No lo hagas cerca de la maleza o ramas bajas.


Si así lo hacemos, nuestras posibilidades de supervivencia aumentarán y no tendremos que preocuparnos de hacer fuego con medios improvisados.


Y poco a poco empecé a acostumbrarme a la situación y noté que crecía la esperanza…”¿y si este no era mi día al fin y al cabo?”


Se produjo un cambio en mi ya que de repente se instaló en mi mente este firme pensamiento: “ si van a venir y van a rescatarme y no puede pasar otra cosa que no sea esa”. Esto me llenó de optimismo y decidí que ese sería mi mantra durante esos momentos tan difíciles. Ahora tenía que concentrarme en no moverme, en no perder la tranquilidad, en mantenerme alerta y seguir buscando posibilidades mediante los primero auxilios que yo mismo me puedo brindar.


En los siguientes momentos cualquier ruido en el cielo me hacía pensar que era un helicóptero, pero pasaban los minutos y no había señal.


Súbitamente, el cosquilleo de mi pierna derecha había dado paso a una total insensibilidad: no sentía la pierna, era como un trozo de carne muerta. Intenté moverla pero me resultó imposible y con la mano intenté levantarla…había perdido toda sensibilidad desde la ingle hasta el pie. La visión y la misma sensación de tener la pierna muerta me llenaron de angustia. Fue un repentino jarro de agua fría lleno de realismo: “Cabrón, estás en una situación muy jodida“. Un pensamiento absurdo me cruzó la mente: “voy a perder la pierna“…como si no fuese suficientemente grave el resto de mi situación. Me di cuenta que para mantenerme con vida necesitaba liberar la presión del torniquete que me había colocado en mi ingle y eso significaba una cosa: tenía que moverme, y bastante.


¿Que hacer en una situación así?


Aflojé el torniquete y dejó de ejercer presión en mi ingle y de repente noté como recuperaba algo de sensibilidad en la pierna. Lo desplacé unos centímetros hacia la pierna y suspiré. Sonreí. Empecé a notar el cosquilleo de vuelta, prueba inequívoca de que había recuperado la circulación sanguínea de la pierna…”¡prueba superada! ¡muy bien!”


Me plantee que cada poco tiempo tendría que volver a repetir la operación para evitar problemas.


Me fijé en que estaba haciendo un día espléndido, sin viento, veía volar las aves, intuía la actividad normal de domingo en Monclova. Y noté el sol en mi cara y cerré los ojos, deseando poder seguir tumbándome en la hierba al sol como suelo hacer y como tanto me gusta hacer. Me di cuenta de que en un momento así, solo pensaba en volver hacer algo tan sencillo, tan fácil, tan barato como es tumbarme al sol en un jardín. La visión de mi mismo tumbado en un jardín me dio mucha paz, y me sentí muy satisfecho y contento por la vida que había llevado hasta ese día y por cómo había decidido vivirla.


Creo que serían las 10.15 cuando de repente me asusté y estuve esperando, muy alerta, a ver que pasaba a continuación. Estuve así unos minutos y como no pasaba nada, decidí descender. Me dije que eso no iba a pasar. Estaba intentando ser realista, ya que la posibilidad de que aquel fuese mi último día estaba ahí, así que mejor estar preparado. Me esforcé por eliminar otra vez los pensamientos negativos de mi mente y me dispuse a vivir esa experiencia, durase lo que durase, de forma positiva.

Featured Posts
Recent Posts
Archive
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

2016 by José Luis Perez. Proudly created with Wix.com

  • White Facebook Icon
© Derechos de autor
bottom of page